¿A qué extraescolar me apunto?

–  PÍLDORAS DE BIENESTAR –

Llega septiembre. Y desde hace unos días, o incluso desde final de curso, pensamos en extraescolares para los más pequeños. Hay un bombardeo de opciones y propuestas. Pues yo te lanzo la pregunta a ti: ¿a qué extraescolar me apunto? Una nueva Píldora de Bienestar, sobre el ocio y las actividades de los mayores. 

¿Por qué apuntarse a una extraescolar?

Cuando hablamos de extraescolares lo asociamos más con los niños y adolescentes. Y por qué no, apuntarte tú, como adulto, a una actividad, a una ‘extraescolar’ que te guste y con la que disfrutes.

Nuestro día a día está lleno de responsabilidades y obligaciones. Dedicarte tiempo a ti, poner un paréntesis en tu rutina diaria haciendo algo que te gusta, te ayuda en tu bienestar. Así de claro. Así de simple. Y a veces tan complicado el sacar ese ratito para ti.

¿A qué extraescolar me apunto? Recomendaciones

Septiembre es el principio del curso. ¡Hasta empiezan todas las colecciones en los kioskos! Puede ser un buen momento para aprender, profundizar o retomar, un deporte, una afición que tengas, cualquier cosa que te guste hacer. Y a la que quieras dedicar algo de tiempo. Te puedes apuntar de forma reglada a una academia o un club. O hacer por tener un rato para ti y tu actividad en tu agenda semanal. 

Y ahí quizás toque cierta revisión de agenda. Porque no es cuestión de que metas tu rato para ti y tu actividad casi con calzador y apurado para hacerlo. Hablo de poderlo hacerlo lo más relajadamente posible. Puede sonar utópico. Pero en muchas ocasiones nos ‘distraemos’ con un sin fin de cosas y nos enredamos en otras tantas que ni son importantes ni necesarias. Y tú y lo que te gusta, sois más importantes que todas esas distracciones.

Es también aprender a parar y a disfrutar con lo que haces. Y esto es todo un aprendizaje. Como muchas veces digo, vivimos en la sociedad del hacer, y necesitamos parar. No es cuestión de hacer y hacer. Si no, nos ponemos en automático, y nos desconectamos. Y el objetivo es estar presente en lo que haces y disfrutarlo. 

Ahora te toca a ti. Ver qué quieres hacer y qué te gusta, buscar el momento y ponerte manos a la obra…

Puede ocurrir que te cueste parar, o encontrar lo que te gusta o, incluso que aunque encontrado, te cueste disfrutarlo. Si alguna de estas cosas te sucede, ponte en contacto conmigo, para ayudarte en tu bienestar. ¿Nos tomamos un té y hablamos?