– PÍLDORAS DE BIENESTAR –
¿Cómo empezar bien el día? Seguro que más de una mañana te has hecho la misma pregunta. Y es que empezar bien el día te ayuda a que tu día sea mejor, tanto si es un día de trabajo y de ocupaciones, como si es un día de descanso.
Todos tenemos días buenos, regulares y malos. Lo que hoy quiero compartir contigo no es algo que te vaya a servir los 365 días del año, ni mucho menos. Tampoco estoy negando ni dejando de lado los días grises, que también existen y son necesarios tenerlos, aunque nos cuesten. Es una Píldora de Bienestar que seguro te va a ayudar a empezar mejor el día, tanto si sale sol como ayudarte un poco en los días de lluvia.
¿Por qué empezar bien el día?
Básicamente lo resumo en dos razones:
– Cuando empiezas bien el día todo te sale mejor. Vale, quizás no todo, pero sí mucho más que si no lo empezaras bien. Y esto es cuestión de dónde pones la atención. Todos nos hemos levantado alguna vez con el ánimo torcido, y parece que una cosa tras otra se nos pusiera en contra. Pueden ser casualidades, pero muchas veces tiene que ver más con dónde ponemos la atención y cómo nos despistamos, que con que el mundo se haya puesto en nuestra contra.
– Estás más relajado. Tienes menos prisa. Mejora tu estado de ánimo.
Creo que no hay mucho más que añadir ni argumentar 😉
¿Cómo empezar bien el día?
Empezar bien el día tiene que ver sobretodo con empezarlo de una forma al mismo tiempo tranquila y con energía. Estas son algunas recomendaciones que te pueden servir. Y, como siempre, hazlas tuyas.
– Empieza el día sin prisa, o , al menos, reduciendo el ritmo. Quizás es cuestión de levantarte unos minutos antes o cambiar cómo tienes organizadas esas primeras tareas de la mañana. Empezar el día de una manera más tranquila te ayudará para toda la jornada.
– Ese reducir el ritmo intenta mantenerlo durante la mañana, o durante el día, todo lo que te sea posible. Sé que hay momentos en los que hay que ir más rápido. También sé, por experiencia propia, que muchas veces ando acelerada sin necesidad ¿Te pasa también lo mismo? Si te das cuenta, para, reduce ritmo.
– Desayuna rico, aquello que te guste. Puede ser en casa, o quizás más tranquilo cuando llegues a la oficina. Pero desayuna, y con calma. Desayunar en un pequeño placer cotidiano que refuerza la individualidad y la libertad, como lo demuestran algunos estudios.
– Algo de ejercicio por la mañana siempre viene bien. Desde unos estiramientos, unos saludos al sol (posturas de yoga), hacer algo de deporte antes de ir a trabajar, ir andando al trabajo o bajarte antes del metro o del coche.
– Muchas personas planifican su día a primera hora de la mañana. Tanto lo que tienen que hacer en lo laboral como fuera del trabajo. Y está bien, te puede ayudar. Sólo cuida que en tu agenda no esté todo metido con calzador y te de tiempo también a respirar. Si no, pensar en todo lo que tienes que hacer en tu día a las 7 de la mañana puede cansarte antes de salir de casa. Y con respecto a lo laboral ¿tienes que hacerlo en casa o es trabajo de oficina?
– Abres el ojo por la mañana y enciendes el móvil. Pon atención en el uso que haces del móvil desde primera hora de la mañana y cuánto tiempo lo usas para responder mensajes, ver redes sociales, y un largo etcétera, mientras dejas de hacer otras cosas. Puedes usar también ese tiempo por la mañana ver las noticias, leer algún artículo o el periódico…
Tú decides cómo quieres usar tu tiempo. Si te fijas, muchas veces no es la falta de tiempo, si no el uso que hacemos de él y la cantidad de cosas por un lado no útiles y por otro lado demasiadas que queremos hacer en un tiempo limitado.
Si te cuesta empezar el día desde hace un tiempo… ¿nos tomamos un té y hablamos?
Si crees que a alguien le puede servir, ¡compártelo!
Y siempre,
Caminando Contigo…
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