– PÍLDORAS DE BIENESTAR –
No sé si también a ti te pasa, pero dos de las cosas que no me gustan de una gran ciudad son las prisas y que andamos muy serios. Parece que siempre llegamos tarde y nos movemos en muchas ocasiones olvidando la sonrisa. Ya lo decía Mafalda: «Comienza el día con una sonrisa y verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo«. Coincido con esta pequeña (gran) sabia.
¡No te olvides la sonrisa!
No es un mandato, es un recordatorio. Vamos inmersos en nuestros pensamientos y preocupaciones y parecemos autómatas. Seguimos rutinas, siempre con prisa, y serios. Vamos a lo nuestro y apenas interactuamos con los demás. Si no vamos con la cabeza pegada al móvil, hacemos todo lo posible para que nuestra mirada no se cruce con el que tenemos enfrente. ¿Qué es lo que tememos?
¿Y si el de enfrente nos sonriera? Nos extrañaría, ¡seguro! ¿Y si fuéramos nosotros los que le sonriéramos? ¿Te animas a probar? Si no es al de enfrente, camina sonriendo. ¡Experimenta! Y si a eso le añades un saludo, ¡guau! Las sonrisas y los saludos son contagiosos.
¿Sabías que los fetos sonríen en el útero?, o que ¿los bebés invidentes sonríen cuando escuchan la voz humana? Parece que sonreír es innato, y es algo que vamos perdiendo.
No es una sonrisa forzada
No me refiero a que vayamos todo el día con una sonrisa de oreja a oreja, ni que nuestra sonrisa sea forzada. Todos tenemos días buenos, días regulares y días malos. Habrá días en que lo último que te apetezca sea sonreír. Quizás en estos días no sonrías, pero ¿y todos los demás? Lo repito de nuevo, ¡prueba! y a ver qué pasa…
Y todo empieza con una sonrisa desde dentro, desde tu interior.
Tiene hasta su día en el calendario, el primer viernes de octubre.
¿Cuáles son los beneficios de sonreír?
- Sonreír para ser más feliz. Sonreír tiene un efecto positivo en ti mismo. Activamos neurotransmisores encargados de liberar endorfinas, que nos ayudan a sentirnos bien.
- Nos ayuda a relajarnos. Cuando las endorfinas suben, los niveles de cortisol (hormona relacionada con el estrés) disminuyen.
- Tu ánimo mejora. Sonreír en un acto placentero. Al subir las endorfinas y disminuir los niveles de cortisol.
- Es contagioso. Y te retroalimenta.
- Ayuda en las relaciones y la comunicación con los demás. Ya sea al iniciar una conversación con un desconocido, con un amigo, con tu jefe o incluso al otro lado del teléfono. ¡La sonrisas se intuyen!
- Te ayuda a conseguir tus objetivos. Las personas que sonríen son percibidas como seguras de sí mismas.
- Al sonreír la frecuencia cardíaca disminuye.
- Hay estudios que correlacionan la sonrisa con la longevidad.
¿Algún beneficio más que se te ocurra?
Así que antes de la salir de casa no te olvides la sonrisa, las llaves, la cartera y (¿el móvil?), y a desentonar como dice Mafalda 😉
Si desde hace un tiempo te cuesta sonreír… ¿nos tomamos un té y hablamos?
Y siempre,
Caminando Contigo…
Consulta de psicología en Atocha-Arganzuela y terapia online
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