Presencia en el camino

 

Diciembre de 2018. Momento de cierre y balance del año. También un año más de camino de este proyecto.

El año pasado escribía por estas fechas una entrada del blog sobre el proceso de Caminando Contigo Psicoterapia. Este año, también quiero compartir contigo una entrada más personal, en la que contarte mi balance del año y algunos de mis aprendizajes durante estos meses.

 

Un año más de camino

 

Caminando Contigo Psicoterapia es un proyecto que ha llevado tiempo gestarse. Lo he ido sembrando poco a poco, cuidándolo y trabajándolo con mucho mimo, ha echado buenas raíces y ya he empezado a recoger sus frutos. El año pasado fue el del saltar con miedo. Y el comprobar que sí se puede, y que sí puedo. Fue un año de seguir aprendiendo a confiar en mi trabajo y en mi. Un año de trabajar duro, dentro y fuera de lo que son las horas de terapia.

El trabajo de las sesiones y el que hay antes y después de ellas, los cursos y formaciones, las supervisiones… era el trabajo que ya conocía. A ello se le sumó la parte de web, de contenidos, de empezar con el blog, el tema de SEO, la parte administrativa…, temas estos últimos en los que apenas tenía experiencia y en los que me he tenido que poner las pilas, y de lo que estoy muy orgullosa! 😉

 

Presencia en el camino

 

A comienzos de este año me apunté a un taller sobre marketing y cómo enfocar el proyecto empresarial. Y es que a muchos profesionales nos cuesta esta parte, todo lo relativo a mostrarnos y a vendernos en el mercado. Uno de los ejercicios, era elegir una palabra que tuviéramos presente a lo largo del año. La palabra que escogí fue PRESENCIA. Y ésta ha sido una de mis máximas durante estos meses. Echando la vista atrás me doy cuenta que la he aplicado a varios aspectos de mi trabajo y de mi vida. Quiero compartirlo contigo, porque ha sido uno de mis aprendizajes.

 

Presencia en terapia

En terapia es fundamental estar presente. Y ese estar presente hace referencia a estar en el aquí y en el ahora, con atención plena a lo que pasa en terapia. Lo sé y lo practico. También soy humana y, a veces, me despisto. Por eso, viendo que ya había sembrado la tierra de mi proyecto, decidí este año poner más conciencia a cuidar esa tierra. Si estoy presente, aunque me vaya, me doy cuenta de mis despistes, vuelvo y me conecto.

Esa atención plena también hace referencia a poner más atención y escuchar lo dicho y lo no dicho, las emociones expresadas y las calladas. Es estar con los oídos, los ojos, la mente y el corazón abiertos.

 

Presencia como profesional

Ha sido también un año de presencia como profesional. De entender que también tengo que estar presente en internet y en las redes, aunque esa parte de venta no me guste tanto. Me gusta mucho mi trabajo, y también vivo de él, y  si no me muestro, no existo (como se dice hoy en las redes). Por eso, he aprendido a mostrarme de la manera en la que me siento más a gusto y más en consonancia con lo que soy y con cómo trabajo. Y esto lo habrás visto a lo largo de la web y de las publicaciones que hago. Ha seguido siendo un año de aprendizaje en toda esta parte de SEO y marketing, con la que a veces tanto me peleo, pero que luego consigo sacar algo que me parece bonito, personal y cercano.

 

Presencia en mi vida

No puedo olvidarme de la presencia en mi vida. Es estar presente con lo que necesito y con lo que quiero en mi vida. Y seguir aprendiendo a hacerlo, porque es una tarea que dura toda la vida. Es mantener un equilibrio entre mi trabajo y mi vida de fuera. A veces cruzo la línea de un lado a otro y me cargo de más. Es un trabajo de echarle muchas horas (no sólo las que se ven) y es importante también parar. Estoy muy contenta y orgullosa porque el trabajo hecho está dando sus frutos. Y a veces no puedo, o no quiero, recogerlos todos. Estoy aprendiendo a decir que no, a dosificar y cuidar mi energía y a elegir dónde la quiero poner.

Estoy aprendiendo a ralentizar motores, a bajar el ritmo y a pararme más, a tomar más conciencia de mi, y estar más presente en mi vida y en mi trabajo. Y estar atenta a cuando me voy (e irme me voy) y a volver. Elegí a comienzo de año la palabra PRESENCIA y la he intentado tener presente a lo largo de estos meses. Lo meto en la mochila y a seguir caminando…

 

Y hoy también (en estas fechas de aniversario) permíteme que en lugar de Caminando Contigo, sea CAMINANDO CONMIGO…