San Valentín. Ama al otro y QUIÉRETE A TI MISMO

 

– PÍLDORAS DE BIENESTAR –

 

En el calendario hay cabida para todas las celebraciones. Está el día de los derechos humanos, el día de la paz, el del abuelo, el del croissant, (¡sí!, lo descubrí el otro día)… Y el 14 de febrero es el día de los enamorados o el día del amor y la amistad, según países. Pero mirando en el calendario no he encontrado el día de quererse a uno mismo o algo parecido. Por eso en el día internacional del amor, quiero hablar del amor a nosotros mismos. Esa asignatura que en ocasiones se nos queda pendiente o que aprobamos por los pelos.

 

Tengas pareja o no, ¿dónde te quedas tú?

 

Estar enamorado y tener pareja está muy bien. Estar sin pareja también. Depende de cómo lo vivas, y de cómo te sientas contigo mismo en cada situación. No todo vale ni se está siempre bien en la pareja ni estar sin ella tiene por qué ser siempre negativo.

Tener pareja no es haber encontrado a tu media naranja. Somos frutas enteras. Una pareja no te completa, si no que te complementa. Estar en pareja es estar con un compañer@ de vida, con un proyecto en común, alguien con gustos e intereses parecidos y otros diferentes, con quien poder hablar, con quien te sientas seguro y escuchado, que te gusta, te atrae, valoras, admiras de alguna forma…. Estar en pareja es estar con alguien a quien le gustas, atraes, te avalora, te respeta, te admira… La relación de pareja es bidireccional. Es querer y es que te quieran. Es tiempo juntos y tiempos por separado. Y también es quererte.

Si no tienes pareja puede ser porque no has encontrado a esa persona que te complemente (no creo que haya una sino varias), a quien has encontrado no te ha gustado lo suficiente o no le has gustado lo suficiente o quizás haya sido una historia bonita que ya ha terminado. Estar sin pareja es un buen momento para seguir conociéndote y haciendo lo que te gusta, para reflexionar sobre cómo estás en pareja y cómo han sido tus relaciones anteriores, qué necesitas (tanto en pareja como sin ella), etc. Y también es quererte.

Como ves, estés en pareja o no, estás contigo mismo.

 

¿Qué es quererse a uno mismo?

 

Quererte es tener en cuenta lo que necesitas, lo que te gusta y lo que te hace bien. No digo que sea lo tuyo por encima de lo del otro, pero sí que te tengas en cuenta y veas si eso que necesitas lo puedes tener, buscar, pedir…

Quererte es salir de una situación que es dañina para ti. O quizás quedarte un poco más y plantearte cómo la puedes cambiar, sin olvidarte de que hay una puerta de salida.

Quererte es respetarte, con lo que eres aquí y ahora. Y si algo no te gusta de ti, tratarte con respeto, y ver si puedes (y quieres) hacer algún cambio, sabiendo que hay cambios que podrás hacer y otros no.

Quererte es decir NO, poner límites, delegar.

Quererte es poner en tu vida esas pequeñas cosas que te hacen sonreír, disfrutar y vibrar.

Quererte es rodearte de personas que suman y no que restan.

 

Y podría seguir y seguir escribiendo. No es egocentrismo ni egoísmo. Estés en pareja o no, estás contigo ahora y estarás siempre. Por eso es tan importante que te quieras, porque estarás contigo toda la vida. Eso sí, aceptarte y quererte no es tarea fácil.  Claro que es posible. Requiere esfuerzo, peleas y caídas, enfados contigo mismo, para poder poco a poco hacer las paces contigo y reconciliarte con quien eres.

 

Si te cuesta decir respetarte y quererte, disfrutar de las cosas… ¿nos tomamos un té y hablamos?

Y siempre,

Caminando Contigo…

 

Leticia Acevedo

Psicóloga y Psicoterapeuta

Consulta de psicología en Atocha-Arganzuela y terapia online

 

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