Una nueva parada en el camino

Hago una nueva parada en el camino. Estoy ante un nuevo cierre de año, y un año más que sumo al proyecto de Caminando Contigo Psicoterapia.  Y, como ya es costumbre por estas fechas, hoy me comparto un poco más contigo.

Una nueva parada en el camino

¿Por qué digo esto? Porque de vez en cuando es importante parar y revisar lo andado. Ver cómo van las cosas. Para luego seguir, probablemente, más enfocada.

Y estos momentos de parar, para mi suelen coincidir con el final de año, que es un nuevo ciclo de calendario, a mitad de año que coincide con mi cumpleaños y en septiembre con el comienzo del nuevo curso.

Y este parar es un tiempo para estar conmigo, reflexionar, en este caso, sobre el año, cómo ha ido, qué me esperaba, qué sorpresas me ha traído la vida, qué he hecho o facilitado yo y qué no, cómo van mis propósitos y en qué quería poner atención (e intención)… Y, con todo eso, reajustarme, o no, para seguir caminando.

El año pasado lo cerraba con el deseo ser de poner más placer a mi vida, de hacer más aquello que me gusta. Y siento que así ha sido. Más placer en actividades, en el día a día, el momento presente, la compañía de otros, mi propia compañía…

Poner más placer en mi vida no es algo que sale siempre solo, hay trabajo detrás. Porque a veces se me olvida, me voy a la cabeza, a lo automático, a lo que me falta… Pero sí sé que quiero volver ahí, al placer. Porque el placer es presente, es vida.

Y sí creo que en general podemos hacer la vida más placentera. Es reflexionar sobre cómo quiero (y en qué puedo) organizar mi vida, mis tiempos de trabajo y ocio, de descanso, con los otros y conmigo, poner atención en lo pequeño…

Y para esta nueva parada en el camino…

Esta vez repito. De nuevo los mismos propósitos. Aunque en realidad no son los mismos, porque ya hay un trabajo hecho. Pero sí quiero seguir con ello, poniendo más placer en mi vida, más ligereza, más juego…

Es algo que es constante, y en lo que me voy reactualizando. Y para crear un nuevo hábito, se requiere tiempo, paciencia y repetición.

Y es que el repetir una asignatura no tiene por qué ser malo 😉